miércoles, 5 de septiembre de 2007

Actualidad de Chile


Amigas, amigos,

Trabajadores y diversas organizaciones sociales chilenas ganaron las calles de Santiago, Valparaíso, Rancagua y otras ciudades del país para reclamar una justicia social y una distribución de la riqueza que no llega a pesar
del crecimiento que señalan las grandes cifras económicas que manejan el gobierno y las grandes empresas. Las altas cifras de rentabilidad, siguen siendo el beneficio de unos pocos, y la historia del "derrame" de la riqueza
hacia los demás sectores sociales invoca aquel " yo no sé muchas cosas, es verdad, pero me han dormido con todos los cuentos… y sé todos los cuentos." del entrañable León Felipe.

Los ruidos de la protesta, ya no provienen de sectores "extra parlamentarios o marginales" como suelen descalificar los ministros del interior. La paciencia tiene un límite, como lo tienen todas las esperas. Y para muchos chilenos,
incluyendo a los dirigentes de la Central Única de Trabajadores, y a parlamentarios y dirigentes del Partido Socialista al que pertenece la presidenta Michelle Bachelet, ha llegado la hora de cambiar y construir nuevos carriles
por donde pueda avanzar la sociedad en su conjunto. Hay que abandonar definitivamente la traza que dejó la dictadura y terminar con sus fortines de injusticia, de privilegios y desigualdades. Acabar con la vergüenza de las impunidades. Reinstaurar los sueños y las esperanzas. Abrir definitivamente las grandes alamedas.

Un cordial saludo,
Carlos
SERPAL
Servicio de Prensa Alternativa.

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